25 mayo 2010

One More Night

ámame... es lo que a gritos pide mi cuerpo.
bésame y déjame sin aliento...
tócame, hasta ser parte de mi.

Te amo... es que no lo sabías?

22 mayo 2010

Pinceladas de Amor Barato.

Un par de tragos bastaron.
-¿Te quedaras esta noche?- el sentimiento de culpa me llenaba por completo, pero ella me conocía, ella lo sabia.
Se cubría el delicioso y curvilíneo cuerpo con la delgada tela de la sabana, aquel que me había dado el lujo de recorrer con mis manos y mi boca hasta que me sacie, pero aquello no era más que una pequeña mordida despues de la hambruna, no era suficiente.
- Lo siento cariño.- recogí mis ropas del suelo poniéndolas sobre la cama- pero esta noche no.- me puse el sujetador con torpeza.
Mi corazón desolado se enfriaba al igual que mi cuerpo, después de una ajetreada noche de pasión insostenida, luego de desnudar mi alma y mi figura, de regalarle una mentira, pinceladas de amor barato, cubiertos realmente por la soledad y el placer que entibiaba mi ser, por lo menos antes del amanecer.
- ¿Volverás?- sus manos recorrieron mi espalda, bajando por mi cintura, mientras depositaba tiernos besos en la unión de ambos hombros, quebrándome, deshaciéndome. Sus pechos redondos perfectamente proporcionados rozaban contra mi espalda, me sentí caer, quería detener el tiempo, regresarla a la cama y comerla una y otra vez adormeciendo mi vacío.-no lo digas- murmuro contra mi piel expuesta- déjame tener la ilusión de que regresaras, otra vez escondida, a media noche, sabes donde encontrarme…- suspiro con su voz quebrada- Nuestro secreto esta a salvo.
Continúe con la tarea de poner mis ropas, ella de ovillo abrazando sus rodillas, escondiendo su hermoso rostro de grandes ojos bajo la cortina de cabello ondulado.
Me puse de pie en busca de mis pantalones y mi calzado que yacían cerca de su vestido negro y sus demás prendas, la cabeza me taladraba, la ideas vendrían otra vez a cuestionarme, reclamarme sentimientos, injurias, verdades, infidelidades, intenciones escondidas en forma de beso, traiciones en forma de caricias febriles, de esas que se sentían endemoniablemente bien.
Me enfundé los pantalones y miré mis piernas, la cuales habían sido delicadamente exploradas con sus suabes y pequeñas manos hasta llegar a la unión de mis piernas, la había dejado descubrir ese lugar tantas veces, tantas noches, mientras sus gemidos y jadeos hacían eco en la habitación, entonces mi corazón se empeñaba en golpear mas rápido y una sonrisa socarrona bailaba en sus labios.
Ni siquiera había dado un paso afuera y ya su recuerdo me estaba embriagando…
- Buenas noches cariño- me acerque a sus labios y los choque con los míos plantándole un beso de despedida, sintiendo mi sabor aun en su dulce boca de muñeca, tan tibia.
-No tienes que irte- su aliento choco contra mi rostro tentándome... -una hora mas, tal vez un par de horas mas- sus brazos rodearon mi cuello acercándome una vez a sus labios entreabiertos, provocándome, deslizando suavemente sus dedos por mi nuca.
- Tu esposo puede llegar…- pero me cortó antes de decir algo más.
- El no llega hasta la mañana. Quédate, aun es de día- capturo mi boca, moviéndola acompasadamente contra la suya, jugueteando con su lengua en mi labio inferior, doblegándome.
- Lo siento, no puedo más, no soporto más ser tu amante, lastimarlo a él, a mi y a quien me espera en casa…- me estaba quedando sin aliento mientras me seducía a seguir, cortándome la respiración.
El ronroneo de mi moto me saco de aquella burbuja, esa pegajosa burbuja que con el tiempo se hacia mas pequeña y peligrosa, pero también mortalmente adictiva. Le di más gas para aumentar la velocidad y sacar, de una vez por todas, los sollozos que escuché de ella al cerrar la puerta.

10 mayo 2010

Listo!

Suena irónico. No importa.
Tengo una respuesta al fin!
Costo ah?


Avanzar... esa es la clave